Una pesadilla vivió el equipo de fútbol Ilusión Naranja de Barranquilla durante su presentación en Santa Lucía ante el conjunto local Galácticos, el domingo en el juego de vuelta por la quinta fase del Campeonato de Primera C.

Según relato de su dirigente José Becerra, jugadores del equipo, cuerpo técnico y acompañantes vivieron momentos de angustia debido al ambiente hostil con el que se encontraron apenas se bajaron del bus para ingresar al estadio de ese municipio atlanticense.

“Apenas nos bajamos, a Víctor Pacheco (director técnico) se le fueron encima como 50 personas con intención de agredirlo. Lo insultaban y le decían que era un ladrón y que compraba árbitros. Nos sacaron pancartas diciéndonos que éramos ladrones. Eso no parecía un partido de fútbol, sino una guerra. A Pacheco le decían que no iba a salir vivo de ahí”, señaló Becerra, quien agregó que Francisco Sánchez, presidente de la Liga de Fútbol del Atlántico, fue testigo de los hechos.

El partido de ida entre estos dos equipos se disputó la semana pasada en el estadio Moderno y lo ganó 2-0 Ilusión Naranja. En Santa Lucía, Galácticos se impuso por el mismo marcador y después, en los penales, logró la clasificación a la siguiente ronda.

En el partido de ida ingresaron unos 70 aficionados del equipo de Santa Lucía con la condición de que no grabaran imágenes con sus celulares, lo cual no fue del agrado de los visitantes que en su casa intentaron hacer lo mismo. En el juego en Barranquilla mostraron su inconformismo con algunas decisiones del árbitro que, sin embargo, no influyeron en el resultado final.

A pesar de ello, un funcionario de la Alcaldía de Santa Lucía empezó a caldear los ánimos y a lanzar amenazas por redes, las cuales se cumplieron el domingo.

Pacheco, a quien amenazaron, escupieron y golpearon, aseguró que nunca en el fútbol había vivido una situación similar. Por eso, al llegar a su casa, no paraba de llorar.

“Nos acorralaron, les pegaron a jugadores, nos lanzaron piedras, quemaron pólvora en la cancha para desestabilizarnos. Tenían un pito similar al del árbitro y al arquero nuestro le hacían sonar los machetes y les tiraban totes. El partido lo pararon como tres veces”, narró Becerra a quien le parece increíble las agresiones contra un ídolo del fútbol del Atlántico como Víctor Pacheco.

A pesar de que no había garantías para jugar, Ilusión Naranja decidió presentarse y disputar el partido.

Al conductor del bus lo intimidaron con machetes, pero gracias a los policías que contrataron pudieron salir del pueblo y ponerse a salvo.

“Nos decían que si ganábamos no iba a salir nadie vivo del pueblo. Gracias a Dios perdimos”, dijo Becerra.

El árbitro del partido pasó un informe a la Difútbol donde ratificó el mal comportamiento de la afición de Santa Lucía, del cual otros equipos ya han presentado queja.

La Policía también se ha mostrado dispuesta a pasar un informe del peligro que significa ir a jugar en Santa Lucía. No quieren esperar a que haya un muerto para prestarle atención a la situación.

“Nosotros no queremos absolutamente sino sentar un precedente y que sean los entres encargados (Difútbol y Federación) los que tomen una determinación”, afirmó Becerra.